La poeta Mary Oliver se pregunta si todo poeta no termina escribiendo un poema sobre el amor no correspondido, y decide escribir uno. El resultado es conmovedor. Como todos sus poemas, es un canto a la naturaleza y una invitación a recuperar el pacto roto entre el mundo natural y la sociedad humana.
Lo he traducido del inglés. Espero haber sabido captar su poderosa energía:
Las flores
que deseaba traerte
salvajes y húmedas
de las dunas pálidas
que conservan el olor
de la noche veraniega,
y aún sostienen un instante o dos
de la humilde oración de los grillos
de su oración nocturna,
habrían resultado
espléndidas
en tus manos
tan felices -me atrevo a decir-
en tus manos
pero tu sonrisa
no habría aparecido por ningún lado
y quizás las hubieses arrojado
al suelo,
o a lo mejor, por amabilidad,
las habrías llevado
hacia tu casa
les habrías puesto agua
y colocado en un rincón oscuro
lejos de tu vista
En cuestiones amorosas
de esta clase
hay cosas que deseamos hacer
pero no debemos hacer.
Yo no querría ver
cómo se apaga tu sonrisa.
Y las flores, de todos modos,
están felices justo donde están,
en las dunas pálidas,
sobre el nido humilde del grillo,
bajo el cielo azul
que nos ama a todos
(Mary Oliver, “Doesn’t every poet write a poem about unrequited love?”)
Composición: @martardecastro
BIBLIOGRAFÍA:
-Oliver, Mary. “Doesn’t every poet write a poem about unrequited love?”. De su libro “Thirst”, incluido en la antología “Devotions”. Penguin Books, Nueva York, 2017.