Dejar marchar

TRAS LAS RUPTURA

DEJAR MARCHAR

El Aikido nos recuerda que, cuando dejamos de resistirnos a algo, dejamos de darle poder sobre nosotros. A veces, simplemente, hay que tirar la toalla y dejar de luchar cuando una situación no da más de sí. ¿Cuántas veces no pecamos de la tozudez del inversor? No abandonamos una relación que nos está perjudicando, o que simplemente ha llegado a su fin y nos negamos a verlo, solamente por el hecho de que hemos invertido demasiado en ella. ¿Cómo vamos a abandonar la lucha cuando hemos aportado tanto, cuando nos hemos sacrificado tanto?, pensamos. ¿Cómo vamos a asumir que ha terminado, o que nos han dejado? A veces hay que perder, para no seguir perdiendo. Para vivir una vida mejor de la que llevamos. Aceptar las cosas para poder avanzar, para darle una oportunidad a lo nuevo. A la esperanza.